Mies van der Rohe Award 2015
Por primera vez en sus 27 años de vida, Mies van der Rohe Award 2015 de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea-Mies van der Rohe se realizaban en directo, ante los finalistas y gran parte del sector local, español e internacional que no quisieron perderse la cita.
El nombre del ganador, el edificio de la Filarmónica de Szczecin (Polonia), obra del estudio español Barozzi/Veiga, se impuso a los otros cuatro finalistas: el Museo de Arte de Ravensburgo (Alemania), el Museo Marítimo de Dinamarca en Helsingor, la Bodega Antinori en San Casciano in Val di Pesa, Florencia (Italia) y el Centro de Estudiantes Saw Swee Hock de la London School of Economics (Reino Unido), seleccionados entre los 420 proyectos de 36 países que se habían presentado.
El edificio ganador es obra de los jóvenes arquitectos Alberto Veiga (Santiago de Compostela, 1973) y Fabrizio Barozzi (Rovereto, Italia, 1976), que trabajan en Barcelona desde sus comienzos en 2004. La casa de la Filarmónica de Szczecin, inaugurada en octubre, es la primera obra internacional de este estudio que ha construido edificios como el Auditorio de Águilas (Murcia) y la sede de la Denominación de Origen Ribera del Duero en Roa (Burgos).
La nueva Filarmónica de Szczecin se encuentra en el sitio histórico de la «Konzerthaus» y recompone un rincón urbano en un barrio cerca de la ciudad histórica.
© Simon Menges |
El edificio alberga una sala sinfónica para 1.000 espectadores, una sala para música de cámara para 200 espectadores, un espacio multifuncional para exposiciones y conferencias, y un amplio hall de entrada. En su materialidad, el edificio se percibe como un elemento de la luz: la fachada de cristal, iluminada desde el interior, permite diferentes percepciones. La austeridad exterior y el simple composición de los espacios de circulación interior contrastan con la expresividad de la sala principal y la sala de conciertos con su cubierta de pan de oro.
© Simon Menges |
Lo que más llama la atención de su obra es la fachada blanca (lo mismo que su interior) que se ilumina desde el interior, y, aseguran, se integra en la trama urbana de la ciudad al repetir la estructura de las construcciones cercanas. “Deriva de una interpretación personal de la realidad, ya que la fachada no deja de ser una acumulación de las casitas que dan identidad a la ciudad”.
En su interior han construido una sala sinfónica para mil personas, otra de música de cámara para 200, un espacio multifuncional y un gran vestíbulo.
© Simon Menges |
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Además otro Premio al arquitecto emergente recayó en otro joven estudio barcelonés Arquitectura-G por su Casa Luz de Cilleros (Cáceres), una vivienda unifamiliar renovada completamente a partir de una anterior muy deteriorada. El jurado valoró la “simplicidad y claridad de los espacios”, así como su alta calidad ambiental y la paleta de colores utilizada.
foto Arquitectura-G |