Arquitectura: Hotel mas pequeño del mundo en Guinness Hotel Punta Grande – Islas Canarias el Hierro.
El proyecto del Hotel mas pequeño del mundo, mayor originalidad, imposible. Su nombre figura en el libro Guinness de los récords como el hotel más pequeño del mundo: todas sus instalaciones se resumen en apenas 600 metros cuadrados de superficie edificada y nueve metros de altura.
Pero aún sorprende más su exigua capacidad: tan sólo cuatro habitaciones dobles.
Construcción y edificación de proyecto:
Llegar hasta él supone un largo viaje a los confines de la isla más remota de las Canarias, El Hierro, puro descalabro volcánico en medio del océano Atlántico. Allí, sobre un solitario embarcadero azotado por las olas, frente a los míticos Roques de Salmor, unos islotes rocosos habitados, hasta mediados del presente siglo, por una especie de lagartos gigantes de origen prehistórico, emerge el pequeño edificio, fruto de la remodelación de un antiguo despacho de aduanas que no resistió a la decadencia del comercio marítimo con América.
La italiana Noemí Thinosi, residente en la isla desde hace 20 años, lleva hoy las riendas del negocio, compartido con el alquiler de unos apartamentos muy bonitos en las inmediaciones. Avance imparable de su deterioro.
Gran parte del decorado procede del desguace de buques o restos de naufragios contabilizados en esta oficina: ojos de buey, brújulas, fanales, cartas marinas, portulanos y un traje de buzo actualmente expuesto en el comedor.
Decoración de interior de las habitaciones: Unos pocos curiosos se aventuran a pernoctar en tales confines. Las habitaciones, situadas en la planta de en medio, apuestan por la sencillez y mucho efectismo en la utilidad de la madera de barco en sus cuartos de baño.
Diseño interior del hotel: Todas son únicas, sin teléfono, ni televisor, ni mini bar, especialmente la número dos, dotada de una terraza volada desde la cual lanzar la caña de pescar. El espíritu de César Manrique se hace notar en la decoración interior.
Decoración de interiores en las habitaciones:
Abajo está el comedor, de cuyo techo pende una raíz de haya de tamaño inverosímil.
Mobiliario y decoración: Un ambiente marinero, repleto de detalles curiosos, estimula enseguida al comensal, obligado a un estricto horario europeo.
Materiales de construcción: Lástima que la carpintería sea de aluminio y que el salitre haga lo suyo en la tornillería de las mesas. Arriba, siempre vacío, se ofrece un moderno salón con dos terrazas y unas portentosas vistas sobre la costa lávica.