En estos tiempos el color en la arquitectura tanto en pinturas como el que brindan los materiales, empieza a tener una importancia creciente. Se vienen los tonos más cálidos, luminosos, ligeros.
Museo Guggenheim de Bilbao: Especialmente, los tintes grises plata, violetas pálidos, verdes claros, rojos amarronados y los tonos que van desde los amarillos hasta los marrones.
Museo Guggenheim de Bilbao:
Esta avanzada cromática tiene una razón de ser: el deseo de los usuarios de disfrutar la energía de los colores como la sienten en la naturaleza.
El color, como la luz en el Museo Guggenheim crea efectos positivos y eso debe verse reflejado en la arquitectura. Por eso, los profesionales seguimos aprendiendo de una ciudad como Las Vegas, cómo usar el color y cuán extravagante puede ser su diseño.
Museo Guggenheim Vulgar, quizás. Excitante, siempre. Varios arquitectos le imprimen a sus edificios un toque muy original de color. Frank Gehry, quien demostró en el Museo, cómo un material espectacular (el titanio) usado en un nuevo contexto (un museo) puede ser contundente, tal como se puede observar en la siguiente imagen.
Arquitectura y color en espacios interiores