Comienzos de Arquitectura moderna
La renovación estética propuesta por las vanguardias (especialmente por el cubismo, el neoplasticismo, el constructivismo y la abstracción) en el campo de las artes plásticas, se abre el camino para una aceptación más natural de las propuestas de los nuevos pensamientos arquitectónicos.
Arquitectura moderna de la Bauhaus
La Casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright
Un icono de la arquitectura orgánica. Tras las primeras décadas del siglo XX se hizo muy clara una distinción entre los arquitectos que estaban más próximos de las vanguardias artísticas en curso en Europa y aquellos que practicaban una arquitectura conectada a la tradición (en general de características historicistas, típica del eclecticismo).Estas dos corrientes estuvieron, en un primer momento, llenas de matices y medios términos, con la actividad «revolucionaria».
Un icono de la arquitectura orgánica. Tras las primeras décadas del siglo XX se hizo muy clara una distinción entre los arquitectos que estaban más próximos de las vanguardias artísticas en curso en Europa y aquellos que practicaban una arquitectura conectada a la tradición (en general de características historicistas, típica del eclecticismo).Estas dos corrientes estuvieron, en un primer momento, llenas de matices y medios términos, con la actividad «revolucionaria».
Propuesta por determinados artistas, y principalmente con la actuación de los arquitectos conectados a la fundación de la Bauhaus en Alemania.
Contaban con una Vanguardia rusa en la Unión Soviética y con el nuevo pensamiento arquitectónico propuesto por Frank Lloyd Wright en los EEUU.
Museum. Nueva York, 1943–59. Perspectiva, “la recepción”.
a diferencia entre ellas queda nítida y el debate arquitectónico se transforma, de hecho, en un escenario poblado de partidos y movimientos caracterizados.
La renovación estética propuesta por las vanguardias (especialmente por el cubismo, el neoplasticismo, el constructivismo y la abstracción) en el campo de las artes plásticas, se abre el camino para una aceptación más natural de las propuestas de los nuevos pensamientos arquitectónicos.
Estas propuestas se basaban en la creencia en una sociedad regulada por la industria, en la cual la máquina surge como un elemento absolutamente integrado en la vida humana y en la cual la naturaleza no está sólo dominada, sino que también se proponen nuevas realidades distintas de la natural.